En nuestro día a día vemos un montón de autocares y autobuses, tanto que incluso se les podría considerar como parte del «paisaje urbano·. ¿Te has preguntado alguna vez de dónde surgieron estos vehículos? ¿De dónde salieron, quién los inventó o cuándo rodaron por primera vez en la calle? Desde Autocares Bernabé te invitamos a disfrutar los orígenes de la primera empresa de autocares y la posterior evolución de esta industria.

Puede que estemos tan acostumbrados a ver autocares y autobuses a nuestro alrededor que es fácil que se nos olvide hasta qué punto podría ser nuestra vida de diferente si Stanislav Braudy no hubiera empezado a ofrecer un medio de transporte a los clientes de sus baños en 1826. Este fue el origen de la idea y, poco después, llegó el nacimiento de la empresa de transporte.

Enterprise Générale des Omnibus: la primera empresa de autocares

La empresa Enterprise Générale des Omnibus fue fundada por Braudy en París en 1828. Tan solo un año después, empezaron a funcionar los servicios de transporte público en Londres y Nueva York.

El primer autocar motorizado lo desarrolló Karl Benz en 1895 y, el 11 de junio de 1906, se abrió la primera línea de autocar motorizado en Francia, que cubría una distancia de 5,8 kilómetros. Las rutas de larga distancia no se implementaron entonces por las dificultades logísticas y el hecho de que los autocares no eran especialmente cómodos para los pasajeros, sobre todo durante largos periodos de tiempo.

¿Cuál es el origen del término «omnibus»?

Al final de una de las primeras terminales de transporte de Nantes, estaba la sombrerería de Monsieur Omnès, que se llamaba «Omnes Omnibus«. Omnes en latín significa «todo» y omnibus «para todos». Así es cómo los habitantes de Nantes acabaron utilizando el término «omnibus» para referirse al vehículo.

Desde los primeros autocares diésel a los autocares eléctricos

Los hermanos March fueron los primeros en incorporar motores diésel en los autocares en 1938. La siguiente gran innovación no llegaría hasta pasada la Segunda Guerra Mundial II, cuando los autobuses consiguieron superar a los tranvías en la mayoría de ciudades de España, Francia, el Reino Unido y Estados Unidos. En 1951, Mercedes Benz combinó el motor trasero con una carrocería más avanzada, que permitió utilizar más el espacio interior del vehículo.

Aunque en la actualidad todavía se utilizan motores diésel, cada vez son más los autocares que incorporan otras fuentes de energía como el gas natural, la electricidad e incluso el hidrógeno.

En la actualidad, continuamente se están generando y probando nuevas ideas, desde autocares con piloto automático hasta vehículos voladores. El cielo es el límite para las innovaciones que llegarán al sector de los autocares.