En esta ocasión, salimos de nuestra región para visitar Valencia. En marzo, la ciudad de la luz celebra sus fiestas más relevantes, las Fallas. Durante estos días, las calles se llenan de pólvora, color, música y alegría para honrar a su patrón, San José.

El origen de las fallas tiene muchas teorías, aunque ninguna es completamente certera y documentada. La más extendida es que el inicio de tan emblemáticas fiestas se remonta al S.XVIII, donde los carpinteros, como tradición, quemaban diversos objetivos delante de sus talleres en vísperas de la fiesta de San José. Por ese motivo el día de la cremà coincide con el día 19, Festividad de San José. Otra hipótesis es que la quema de las fallas da la bienvenida al solsticio de primavera (al igual que se hace en Las Hogueras de San Juan, en verano).

Sea como fuere, el concepto de las Fallas ha ido evolucionando y cargándose de sentido satírico, por ello en los ninots podemos encontrar motivos de crítica social o política, siempre desde el sentido del humor.

Para los nuevos visitantes, la mejor manera de conocer estas fiestas es recorrer las calles de la ciudad visitando las fallas después de bajarse del autocar que les ha llevado hasta allí. En sus calles encontramos más de 700 monumentos algunos de 25 metros de altura, mientras se degusta un chocolate a la taza con bunyols de carabassa, un dulce típico para San José. Se inician el día 15 de marzo con la plantà y concluyen el día 19, con la cremà. Además, todas las mañanas se celebran al mediodía las famosas mascletás, que llenan de olor a pólvora cada rincón de la ciudad. También encontramos diferentes ofrendas.

Si te animas a descubrir estas fiestas, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, no dudes en escribirnos.